"CIUDADANÍA BIEN INFORMADA"

CECILIA NIEZEN
Enviada especial 

AREQUIPA. Todavía no se disipa el clima de tensión social generado en torno al proyecto Río Blanco, en Piura, pero los ejecutivos de Minera Majaz piensan ya en la siguiente etapa, la explotación del mineral, y en los resultados que arrojarán tanto el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) como el estudio de factibilidad, cuya culminación está prevista para el próximo año.

"No queremos imponer nada. Será el estudio de factibilidad el que defina si el proyecto Río Blanco es factible tanto económica, ambiental como socialmente", sostuvo Andrew Bristow, gerente de Operaciones de la minera, en declaraciones a El Comercio. 

"En estos momentos no hay garantías de que el proyecto llegue a la etapa de producción", agregó el ejecutivo. 

BUSCANDO UN SOCIO
La empresa ha desembolsado, a la fecha, aproximadamente veinte millones de dólares en los trabajos de exploración, y planea invertir unos diez millones de dólares más hasta fines del próximo año. 

Pero una cosa son los costos de exploración y otra muy diferente los costos de explotar y transportar el mineral hasta la costa. Andrew Bristow, por ejemplo, ha señalado que, tal como hizo Antamina, Majaz usaría un mineroducto para transportar el mineral. 

¿Cómo podría una minera junior (cuyo proyecto estrella es justamente el proyecto Río Blanco) costear un mineroducto calculado en unos US$100 millones? El ejecutivo señala que, tal y como sucedió con Antamina, buscarían formar un consorcio para sacar adelante el proyecto. 

Al respecto, el ejecutivo minero aseguró que los violentos sucesos de julio pasado y la oposición local a la presencia de la mina no han impactado en el interés de grandes compañías mundiales por invertir en el proyecto. Añadió que, actualmente, habría al menos cinco grandes empresas interesadas. 

SIN TEMORES
Es verdad que existe en Piura un antecedente importante en el que el pueblo dijo no a la actividad minera (Tambogrande), pero Bristow asevera que lo único que tiene en común el proyecto Río Blanco con Tambogrande es estar en la misma región, Piura, además de tener a los mismos actores en contra. 

Por lo demás, la mesa de concertación, de acuerdo con el ejecutivo, no ha fracasado; lo que es más, los sucesos de julio pasado hasta habrían tenido un efecto positivo, al contribuir indirectamente a levantar el perfil del proyecto y ampliar el espacio de diálogo con la población. 

Por último, Bristow sostuvo que el mineroducto incluso podría contribuir con la agricultura, pues podría llevarse agua hacia los valles productivos de la misma región Piura. 

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