PERÚ

La Sociedad Nacional del Ambiente (SNA) apoya el desarrollo del proyecto del gas de Camisea por el impacto positivo que tendrá en la economía nacional pero sin que esto afecte al sistema ecológico, manifestó su presidenta María Elena Foronda. "El proyecto Camisea permitirá al país generar mayores ingresos y darle una posición en el mercado internacional, pero debe ser desarrollado en las condiciones adecuadas cumpliendo los estándares internacionales de calidad ambiental", declaró a la agencia Andina.

En la víspera el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aplazó por segunda vez la votación para el crédito de 75 millones de dólares solicitado por Transportadora de Gas del Perú (TGP), empresa que ejecuta el proyecto de transporte de gas de Camisea.

Al respecto, Foronda manifestó que la decisión del BID demuestra una actitud responsable ante la protección del ecosistema que, a parecer de las organizaciones que protegen el medio ambiente, está siendo afectado por las obras de transporte del gas que se ejecutan en la selva peruana.

Asimismo insistió en la posición de estas organizaciones en contra de la construcción de la planta de fraccionamiento de Camisea, en la playa Lobería ubicada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, por considerar que el proyecto se pretende desarrollar en un área protegida y reconocida por convenciones internacionales.

En ese sentido recomendó que dicha planta se construya a diez kilómetros más al sur del lugar donde el consorcio de Camisea quiere establecerla y que es motivo de conflicto con las organizaciones protectoras del medio ambiente.

Cabe señalar que la SNA agrupa a alrededor de 28 organismos no gubernamentales (ONG) dedicados a proteger al medio ambiente en todo el país.

"El consorcio tiene suficientes recursos económicos y técnicos como para poder hacer una inversión sostenible que genere ingresos para el país sin poner en riesgo los recursos naturales y el ecosistema", indicó Foronda a la agencia Andina.

Sostuvo que la construcción de una planta de fraccionamiento en la Playa Lobería significará un mayor tráfico de barcos de alto volumen de carga a menos de 12 millas de la zona declarada como esencialmente sensible por la Organización Marítima Internacional.

Además aseguró que de concretarse este proyecto se terminaría por consolidar una zona industrial en Paracas con lo que después será difícil pedir a las plantas pesqueras que operan en el lugar que se retiren si es que no cumplen con las normas de protección del medio ambiente.

"Se ha invertido en proyectos para modernizar la tecnología de las empresas pesqueras que se ubican en Paracas y ya saben lo que tienen que hacer para reducir la contaminación".

Finalmente, consideró que el Gobierno debe dar prioridad a las inversiones pero tomando en cuenta las condiciones en que se hacen.

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