Desde las 07:00 de ayer en la terminal Tres Bocas de Pascuales los propietarios de las comercializadoras se negaban a adquirir combustible. Esperaban que se revoque el Decreto  575, que redujo el margen que les reconoce el Estado, de 18 a 13 por ciento.

Tras dos horas el despacho comenzó a medias. Tanqueros  de Mobil, Texaco y Shell se aprovisionaban. Se estima que  en Guayaquil  la mitad de estaciones de servicio  pertenece a esas transnacionales.

Pero para el otro 50 por ciento, "la casa matriz de las transnacionales  asume la pérdida", explicaba Luis Gómez. Él y otros 30 propietarios de gasolineras estiman pérdidas  mayores en la  extra: cinco centavos  por galón. El 80 por ciento de la venta es de esa gasolina.

El resto es de diésel y súper, según Alfredo Toral propietario de una gasolinera Texaco.

Así, los distribuidores  anunciaron una reducción del 50 por ciento en el flete a los transportistas. La merma afecta  al sueldo de los choferes.

En la urbe, algunas estaciones de servicio no  recibieron el combustible y tenían reservas para un día o solo hasta ayer. En las transnacionales hay normalidad.

 
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