VENEZUELA

Los trabajos relacionados con las pruebas metalúrgicas y la planta piloto en manos de Lakefield Research concluirán en junio.

El Estudio de Factibilidad y de Impacto Ambiental del proyecto, a cargo de la firma de ingeniería y construcción SNC Lavalin, han progresado según lo programado y debiera finalizar en septiembre, dio a conocer Crystallex International Corporation (Toronto, Canadá).

Los trabajos relacionados con las pruebas metalúrgicas y la planta piloto en manos de Lakefield Research concluirán en junio.

En su último reporte de actividades, Crystallex informó además que, en términos financieros, la producción de oro durante enero-marzo de 2003 fue levemente más baja que en igual periodo de 2002, al anotar 22.754 onzas frente a 23.877 onzas.

Si bien los gastos operacionales fueron más altos en el último trimestre como resultado de menores onzas producidas, los costos totales fueron levemente más bajos.

Se estima que los terrenos que comprende el proyecto contienen 323 millones de toneladas de mineral, de los cuales los depósitos Conductora y Cuatro Muerto contienen 286 millones de toneladas con una ley de 1,13 g/t de oro y 0,14% de cobre, y los depósitos Mesones y Sofía 37,2 millones de toneladas con una ley de 1,07 g/t de oro y 0,35% de cobre.

El proyecto contempla el procesamiento de 20.000 toneladas por día de mineral de oxido y sulfuros.

La fase exploratoria en Las Cristinas se inició en 1991 y duró 6 años. Durante su ejecución se realizaron diversos trabajos de geología con el objeto de determinar los lugares más promisorios para la perforación.

Con las actividades de exploración sistemática, quedó establecida la existencia de oro en cantidades suficientes para mantener una mina en operación productiva durante 20 años, con lo que Las Cristinas se convirtió el proyecto aurífero más importante de Venezuela.

Crystallex comenzó operaciones en Venezuela a comienzos de los años 90 y tiene un número considerable de proyectos en el estado de Bolívar. En julio del 2000, Crystallex cerró su adquisición de todos los activos venezolanos de Bolivar Goldfields, que incluye la Mina Tomi, el molino Revemin, y 44.438 hectáreas de tierras adicionales de exploración en la zona más prolífica y rica en oro de la región los últimos 150 años.

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