El lobby de las distribuidoras de gas licuado de petróleo (GLP) en el estado mexicano de Guadalajara es la razón tras la decisión municipal de suspender las obras de la energética belga Tractebel para construir su red de distribución de gas natural, señaló a BNamericas el presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN), Marcelo Chauvet.

El presidente municipal de Tlaquepaque, Álvarez Hernández, suspendió las obras la semana pasada argumentando que Tractebel está utilizando ductos de plástico, mientras que las bases municipales exigen ductos de acero.

Sin embargo, los ductos de plástico han sido la norma internacional durante los últimos 12 años, argumentó Chauvet, añadiendo que con las próximas elecciones municipales programadas para julio, el argumento de Hernández es un pretexto para respaldar a las distribuidoras de GLP, las cuales tienen influencia política en el área.

El GLP está siendo drásticamente desplazado por el gas natural y ésta es la forma en que las distribuidoras de GLP están reaccionando, observó Chauvet, agregando que es un pretexto que están utilizando para intentar detener la expansión de gas natural y que se están aprovechando de la ignorancia de las autoridades locales acerca de las normas internacionales.

El hecho de que las normas locales no se hayan actualizado no es culpa de las distribuidoras, continuó Chauvet. La medida de Hernández podría significar una suspensión de dos meses para Tractebel.

Si bien el regulador nacional de energía CRE ha emitido 21 permisos de distribución de gas en México entre los años 1996 y 2000 según las normas internacionalmente aceptadas, los permisos están sujetos a los municipios locales con anticuadas regulaciones y burocracias ineficientes, afirmó Chauvet.

Las distribuidoras se comprometieron a proveer gas a cerca de 2 millones de clientes para el 2005, pero con la oposición de los municipios locales, como Tlaquepaque, la meta no se cumplirá hasta el 2007, aseveró Chauvet.

Sin embargo, las distribuidoras de gas natural inevitablemente vencerán al GLP y lograrán su objetivo, aunque la curva de aprendizaje será larga, acotó.

Es un proceso normal de cambio en un país que siempre ha sido muy centralizado en términos de energía, lo que toma algún tiempo, observó, añadiendo que las autoridades locales deben aprender a acatar las normas internacionales en lugar de poner obstáculos para las distribuidoras extranjeras.

Aparte de la distribuidora del estado de Guadalajara EGJ, Tractebel es propietaria de la distribuidora de la ciudad de Tampico GNP y de la concesionaria de distribución del estado de Querétaro Digapro, y espera contar con 260.000 clientes para el 2005.

Digapro esperaba tener 50.000 clientes para febrero del 2004, pero ya cuenta con 42.000, indicó a BNamericas el director de Digapro, Marcelo Coppellotti, quien añadió que la compañía está captando cerca de 2.000 nuevos clientes al mes el 2003, en lugar de los 1.500 que se había previsto.

Digapro ha logrado una penetración de mercado que fluctúa entre un 60% y un 70% en Querétaro.