BOLIVIA

El Presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, emitió un decreto supremo el domingo para suspender la exportación de gas natural en vista de los bloqueos en los depósitos de combustible y la huelga del transporte público en la capital La Paz en protesta por dichas exportaciones.

Las exportaciones de gas se realizarían a través del proyecto Pacific LNG y la suspensión posterga la elección de un puerto para el terminal de gas natural licuado (GNL) hasta que concluyan las consultas públicas.

Según dijo a BNamericas el analista independiente Álvaro Ríos, el Gobierno se está jugando su última carta y si la medida no da buenos resultados, podría ser el fin de la presidencia de Sánchez de Lozada.

El principal problema se relaciona con las distintas interpretaciones de lo que significa una consulta pública: el Gobierno ya dio inicio a una serie de 400 seminarios diseñados para informar a la ciudadanía y recibir opiniones acerca del proyecto de exportación de gas, una medida que a juicio de los líderes opositores es insuficiente y muy tardía.

Estos últimos exigen que el Gobierno realice un referendo público sobre el tema del gas, pero según éste dicha consulta formal es ilegal en virtud de la constitución del país.

Ríos sostuvo que los profesores, conductores de buses, mineros y todos los sectores de la sociedad tienen diferentes exigencias y lo único que los une en este momento es el gas.

Agregó que las personas no tienen nada que perder y que el sistema político ha perdido su credibilidad.

El transporte en La Paz seguía paralizado el lunes a pesar de la llegada el domingo de camiones cisternas, escoltados por soldados y tanques, que transportaban 320.000 litros de gasolina desde la planta Senkata en la ciudad vecina de El Alto, informó la prensa local.

Residentes locales y mineros en La Paz levantaron barricadas en la planta Senkata el viernes, en protesta por los planes de exportación de gas. Impidieron la salida de los camiones y amenazaron con destruir cualquiera que lograra salir, según la prensa local.

Al menos 15 de las 58 estaciones de La Paz se quedaron sin gasolina y diesel el domingo y los suministros de gas licuado de petróleo (GLP) y jet fuel también se están agotando, señaló el presidente de la asociación de distribuidoras Asosur, Germán Loza, según citó la prensa boliviana.

Sin embargo, el Gobierno respondió enviando al Ejército para escoltar los camiones hacia La Paz la tarde del domingo con una carga aproximada de 320.000 litros, contó a BNamericas el vocero del Ministerio de Hidrocarburos, Gelgar Olmos.

Los problemas se han agravado producto de una huelga de 24 horas en el transporte público desarrollada el lunes en La Paz. Según Olmos, ahora hay combustible, pero el problema es que nadie va a comprarlo debido a la huelga del sindicato de transporte.

No se vislumbra una solución inmediata a los problemas de suministro de combustible de La Paz.

La distribuidora local Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia (CLHB) cerró la planta Senkata y la ciudad sólo tiene combustible suficiente hasta mediados de semana, dijo Olmos.

 
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