ECUADOR

Petroindustrial y Petrocomercial salieron absueltos de la investigación. 

La Comisión interinstitucional que analizó la presencia de gomas en los combustibles concluyó que no existen factores, ni en la Refinería Esmeraldas ni en el sistema de distribución al granel, que produzcan condiciones para la generación de esas substancias.

El organismo conformado por representantes de: la Dirección Nacional de Hidrocarburos (DNH), de la Cámara Nacional de la Industria Automotriz, de la Asociación Ecuatoriana de la Industria Automotriz y las dos filiales de Petroecuador trabajó por más de un mes en la recopilación de 50 muestras  en sus diferentes fases desde la producción hasta la comercialización.

En el 96 por ciento de estaciones de servicio de Esmeraldas se tomó la muestra.
Al final, en el acta de la Comisión Ejecutiva se explica que la presencia de esas sustancias pegajosas, que en exceso dañan el motor del vehículo, está en  un nivel inferior a lo establecido por la Norma INEN 935:99. Es decir “aptas para su utilización en el mercado nacional”. Para la gasolina súper por debajo del máximo: 5,0 miligramos por cada 100 mililitros, y para la extra, en menos de cuatro miligramos por cada 100 mililitros fijados por la Norma INEN.

Diego Rivadeneira, director comercial de General Motors, expresa su complacencia por el trabajo de la Comisión. “Creemos que el informe está ajustado”. Desde hace dos meses que la empresa  no reporta ninguna queja de sus clientes  que tenga relación con daño de  motores por  presencia de gomas, explica.

Sin embargo, en el análisis de la Comisión interinstitucional se deja abierta la posibilidad de que  en las fases de: transporte, almacenamiento y comercialización final existan condiciones para la formación de estas sustancias pegajosas.

Por ejemplo: estaciones de servicio que no realizan mantenimiento adecuado de sus tanques de almacenamiento. Estos  guardan remanentes de combustibles que, por proceso de oxidación, registran la presencia de  gomas.

Otros casos son:  el uso de aditivos inadecuados que generan oxidación y el consabido problema. Adulteración del producto o la adquisición de combustible robado que no cumple con las normas adecuadas, en ciertas estaciones de servicio.

De esto no quiso opinar Carlos Loor, presidente de la Asociación de Comercializadoras nacionales. “No conocemos el informe porque se ha hecho entre cuatro paredes y por parte de funcionarios estatales”, dice, sin  emitir un comentario adicional. En tanto, Pablo Utreras, procurador de la Cámara de Distribuidores  de Derivados, rechazó del todo el informe. “Si el problema de la mala gasolina estuviera en la transportación y distribución, todos los carros del país presentarían daños en sus motores”.

Utreras dice que existen análisis que certifican que los combustibles entregados desde la Refinería están fuera de especificaciones.  En todo caso, los miembros  de la Comisión sugieren que la DNH  continúe con la supervisión para que las estaciones de servicio  efectúen el mantenimiento necesario y periódico.