PERÚ

La intención de la compañía minera Manhattan "no es entrar contra viento y marea e imponer un proyecto", dijo el presidente de la empresa Américo Villafuerte a la emisora radial de Cutivalú, en Piura. Y agregó que el proyecto minero no será desarrollado si no cuenta con la aceptación del propio pueblo de Tambogrande.

"Estamos en un proceso de evaluación del estudio de impacto ambiental (EIA), y estamos acudiendo a los talleres informativos que son parte del cumplimiento de la norma para aprobar un EIA. Debo reiterar que nuestra posición es cumplir con la normatividad y con el compromiso moral que tenemos con la población piurana y la de Tambogrande. Vamos a informar las ventajas, desventajas y la finalidad del EIA para ver si es posible ejecutar el proyecto", dijo.

Descartó que se haya hablado de pagar un monto de dinero a los pobladores. "Lo que estamos planteando es que exista un respeto irrestricto a la propiedad privada y que las negociaciones se hagan en función a la oferta y demanda. Nuestra intención en el tema de la reubicación de los pobladores es hacer una oferta en función a los estándares internacionales, con un grupo de técnicos y profesionales, que permita a los pobladores y propietarios discutir sus condiciones", explicó.

Aceptó que el pasivo ambiental de la minería en el Perú es negativo. "En el caso de Manhattan, se nos critica por el pasado de otras mineras. Creemos que nosotros estamos en la capacidad de llevar a cabo este proyecto con tecnología de punta y con suficiente sensibilidad para ayudar a resolver los problemas que enfrentan hoy los amigos agricultores y los pobladores de Tambogrande. Creo que podemos crear la oportunidad para que todos entendamos que la minería no reemplazará a la agricultura.

Por último, señaló que el hecho de informar no significa aprobar el EIA. "No se trata de pasar por un mero formalismo. Es tiempo de que cumplamos el proceso e informemos adecuadamente. Sin una licencia social, el proyecto Tambogrande no será viable".