La
                eficiencia y los subsidios (contabilizados y escondidos) en el
                sistema Petroecuador son dos problemas sobre los que el Fondo
                Monetario Internacional (FMI) y las autoridades económicas
                quieren abrir un debate público.
                
                En el último análisis de la misión técnica del FMI,
                realizado por Bob Traa y Esteban Vesperoni, en el segmento
                destinado a analizar el modelo contable del sector petrolero se
                establece que el Estado, representado por Petroecuador, pierde
                500 millones de dólares (dos por ciento del Producto Interno
                Bruto) por mantener los subsidios en tres sectores: venta
                nacional de Gas Licuado de Petróleo (GLP); la comercialización
                de diésel y el sector de la generación termoeléctrica.
                
                En primer lugar, el gas para uso doméstico que importa
                Petroecuador a un precio de 0,77 dólares por galón y lo vende
                en el mercado interno a un  promedio de 0,19 dólares.
                Según el FMI, el subsidio es del 295 por ciento con relación
                al precio nacional.
                
                A finales de año, de acuerdo al análisis del organismo
                multilateral, la subvención estatal bordeará  202
                millones de dólares.El segundo es para las empresas de
                generación termoeléctrica que arrastran cuentas por pagar a la
                petrolera por sus compras de combustible (lo que constituye un
                subsidio total a la facturación).
                
                Éste se estima en 184 millones de dólares para este año
                aunque en la Pro forma del 2004 de Petroecuador se reconoce una
                deuda de 130,9 millones de la cual se proyecta una recuperación
                del 65 por ciento para el próximo año.
                
                Las obligaciones de las centrales térmicas, en las estimaciones
                de ingresos y egresos de la estatal, entre este año y el
                próximo, reportan un crecimiento del 185 por ciento al pasar de
                45,9 millones a los 130,9 millones mencionados.
                
                El presidente ejecutivo de Petroecuador, Pedro Espín, dijo que
                los convenios de pago con estas generadoras están por
                definirse. El Gobierno tomó una primera medida que es la de
                eliminar el crédito de 90 días que tenían las térmicas en la
                compra de combustible.
                
                Ahora las centrales deberán primero pagar antes de proceder a
                las entregas. Sin embargo, el Centro Nacional de Control de
                Energía (Cenace) advirtió de riesgos en el suministro de
                energía eléctrica si existen desfases en los requerimientos de
                las térmicas.
                
                El tercer subsidio reconocido por el FMI está en las
                importaciones de diésel. El precio de venta en el mercado
                nacional (1,037 dólares por galón) es inferior al de
                importación. Esta diferencia sumada al efecto en el sector
                eléctrico y al resto de la economía nacional totaliza un
                subsidio de  114 millones de dólares.
                
                Además existe otro problema, la demanda de este derivado, en el
                2003, se incrementó en 2,5 millones de barriles sobre lo
                programado, que sumados a las compras adicionales de GLP,
                elevaron los egresos de Petroecuador por la importación de
                derivados en 260 millones de dólares.
                
                En el análisis de Traa y  Vesperoni se explica que la
                estatal  Petroecuador debe "establecer un sistema
                transparente de contabilidad que brinde información a los
                formuladores de políticas y al público en general, sobre cómo
                se distribuyen los ingresos petroleros brutos en la
                economía".
                
                Un criterio con el que coincide el presidente del Directorio del
                Banco Central, Mauricio Yépez, quien señala que la petrolera
                debe estructurar "unidades de creación de valor" que
                puedan establecer con exactitud la contribución de los ingresos
                petroleros a la economía nacional.
                
                Un reajuste de USD 186 millones
                
                En el análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), se
                estima que el ingreso petrolero presupuestado para este año
                será mayor al efectivo. Por ello, en la proyección del
                organismo el ajuste al programa fiscal que deberá hacer el
                Ministerio de Economía pudiera bordear los 186 millones de
                dólares para fines de año. En el primer trimestre fueron 96
                millones.
                
                En la explicación del organismo se dice que se acordó con las
                autoridades económicas que, si los ingresos de este sector
                fueran superiores a los proyectados en el programa, Economía
                ahorrará estos recursos adicionales en el superávit primario.
                Pero que si los ingresos fueran inferiores se necesitará
                reducir los egresos presupuestados y de esa manera absorber el
                faltante de los ingresos.
                
                El precio de exportación del barril de petróleo que al final
                de año promediará en 26,21 dólares, 8,21 por sobre lo fijado
                en el Presupuesto, no alcanza a compensar la baja de la
                producción de la estatal ni el incremento del valor de
                importación de derivados. Este se estima que se ubicará en
                38,09 por barril.