ECUADOR


Amazonía: dos alas se disputan control de la organización; la clave, la explotación de crudo


La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (Confeniae) afronta una crisis que podría romperla definitivamente. 

Entre las razones de la división está la ampliación de la actividad petrolera hacia el centro-sur amazónico. Quienes habitan en esa área, kichwas de Sarayaku (parte del bloque 23), shuar y achuar (bloque 24), lideran una resistencia a esa actividad extraccionista. Pero, su oposición no ha logrado el respaldo de las nacionalidades del noreste, que conviven con esa industria desde inicios de la década de los setenta.

“No podemos oponernos por oponernos, debemos elaborar propuestas alternativas de desarrollo”, afirma Sonia Vargas, dirigente afín al depuesto José Quenamá, de la línea del ministro Antonio Vargas y del Gobierno. 

El presidente de la Asociación del pueblo kichwa de Sarayaku, Marlon Santi, dice que los dirigentes de la Confeniae deben trabajar en la declaratoria de intangibilidad de sus reservas y apoyar el Plan de Vida que se sustenta en el ecoturismo. Sin embargo, su tesis más importante apunta a que se insista en la declaratoria de circunscripción territorial, que implica una reforma constitucional para que la riqueza del subsuelo sea administrada por los indígenas, dentro de sus reservas.

Hay la posibilidad de una escisión de la Confederación, sin embargo, fue planteada por Quenamá, conformando otra organización paralela que dejaría de lado a quienes apoyaron su destitución. “Es una amenaza hecha en las tres últimas asambleas regionales y es una especie de chantaje. De ser así, como todas las organizaciones que han nacido de la división, está destinada al fracaso”, anticipó el líder kichwa, Leonardo Viteri. (EF)