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PETRÓLEO
REVIVE DIFERENDO CON VENEZUELA
Revisado de
"El
Espectador , 16/09/2004 "
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VENEZUELA
Los técnicos de Ecopetrol, del Ministerio de Minas y de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), hace noches que no duermen tranquilos. Venezuela, que posee una reservas de petróleo de 78.000 millones de barriles, está a punto de ofrecer en una licitación internacional siete bloques petroleros con reservas por 10.000 millones de barriles de crudo, parte de los cuales se encontraría en territorio de diferendo limítrofe.
Preocupa el hecho de que Colombia está a un par de años de tener que comprarles petróleo a las empresas privadas y a cuatro de perder la autosuficiencia petrolera. Obviamente, en un país con reservas que apenas alcanzan 1.542 millones de barriles de petróleo –50 veces menos que las venezolanas–, cualquier hallazgo importante es fundamental para espantar el fantasma de la importación de crudo, máxime cuando los precios internacionales se encuentran en su nivel más alto –por encima de US$40 el barril– y no dan indicios de bajar en el mediano plazo.
Se trata de un ambicioso proyecto de exploración costa afuera –off shore– que ha emprendido Venezuela y pretende entregar a importantes petroleras mundiales siete bloques, cuatro en el Golfo de Venezuela y tres al norte del estado Falcón, y que demandará inversiones de entre US$300 millones y US$400 millones en los próximos tres años para hallar unos 10.000 millones de barriles de petróleo y 27 billones de pies cúbicos de gas.
Lo que le preocupa a Colombia es que los bloques, que se encuentran en el Golfo de Venezuela o Coquibacoa, se ubiquen en aguas que hacen parte del territorio que comparten ambas naciones y que no ha sido delimitado después de más de 100 años de diferendo limítrofe.
Inclusive el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, en su reciente reunión con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, le comentó su preocupación sobre el tema, a lo que Chávez respondió que no se preocupara, que los proyectos se encontraban en aguas venezolanas.
Versión oficial
“La versión oficial que tenemos hasta hoy es que los proyectos están en territorio venezolano”, manifiesta el ministro de Minas y Energía, Luis Ernesto Mejía.
Sin embargo, nadie en Colombia conoce las coordenadas que permitan ubicar el sitio exacto de los bloques, por lo que solamente se tiene la palabra de los venezolanos.
La dificultad para ubicar los proyectos energéticos radica en que no se trata de una licitación pública, sino de un proceso de invitación privada a 23 compañías de las más grandes del mundo. Las compañías tampoco conocen aún las coordenadas exactas porque el proceso, que debió iniciarse, en agosto pasado, está retrasado. Para conocerlas, a cada una le tocará desembolsar US$250.000 que vale el pliego licitatorio.
Sólo se conocen unas presentaciones generales que hizo el gobierno venezolano a los posibles inversionistas y “los punticos rojos en el mapa indican que podrían estar en la zona de disputa territorial”, dijo una fuente consultada.
La Cancillería colombiana ya envió una solicitud al gobierno del vecino país para que le suministre las coordenadas de los bloques petroleros y gasíferos, pero no ha habido respuesta precisa. Inclusive, se ha pensado en buscar la información con las petroleras interesadas.
“Esa es una zona de altísima prospectividad y está costa afuera de nuestro bloque Tayrona”, señala el director de la ANH, Armando Zamora.
Qué dicen en Venezuela
Pero, no obstante que las autoridades venezolanas han insistido en que los proyectos están en territorio suyo, lo que trasnocha a los técnicos colombianos es la visión que tienen en el vecino país de su territorialidad.
Muestra de ello es el argumento del presidente del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela, Oswaldo Sujú Rafo, para quien Venezuela no tiene nada que notificar a Colombia, por cuanto “esas aguas son nuestras”, al referirse al territorio en litigio.
Sujú señala que los gobiernos han sido negligentes en la delimitación de las áreas marinas y submarinas, pero cita el laudo de Madrid, firmado por la reina María Cristina en 1891, como el mecanismo de solución del diferendo.
Allí se señala como límite territorial Los Mogotes de Los Frailes, que resultaron inexistentes, por lo que hubo que tomar como límite a Castillete, “pero eso es un error”, insiste.
A su juicio, Venezuela tiene la soberanía sobre esa aguas, y afirma que “existen tratados en los cuales se dan por concluidos los reclamos territoriales. Por lo tanto, Colombia no tiene derecho a una gota de agua del Golfo”.
Diego Cardona, docente de la Universidad del Rosario y experto en el tema, opina todo lo contrario y advierte que esa zona no está delimitada y que no ha habido ningún acuerdo al respecto.
En el vecino país, el gobierno ha argumentado que parte de la demora en el inicio del proceso licitatorio, en el que invitarán a 23 compañías para seleccionar a siete de ellas, obedece a aspectos técnicos y a consultas con las autoridades colombianas sobre el tema de la delimitación marítima.
Sin embargo, a Colombia no han llegado las coordenadas de los proyectos y existe la sensación de que le están dando largas al asunto.
Ya algunas compañías, como ExxonMobil, Shell, Statoil, Total, Eni, Conoco-Phillips, Repsol, Petrobras, Petrocanad, BP, CNPC, Pluspetrol, Teikoku, Vinccler, entre otras, han manifestado al Viceministerio de Hidrocarburos de Venezuela su intención de participar en la licitación.
El gran atractivo de la zona es la cantidad de reservas probables y que se encuentran cerca “de instalaciones existentes, así que es muy fácil comenzar rápidamente a explorar y producir”, según declaraciones del viceministro de Hidrocarburos venezolano, Luis Vierma, a la prensa internacional.
A su juicio, los interesados en los proyectos deben tener alta tecnología para la exploración y exportación de gas costa afuera y ofrecer un mercadeo de gas interno y externo.
Colombia hace apenas quince días firmó con Petrobras y ExxonMobil el contrato Tayrona para explorar 4,4 millones de hectáreas de aguas en el Mar Caribe. El bloque cubre desde Cartagena hasta el sector norte de La Guajira, una de las áreas de mayor potencial en Colombia pero con un bajo nivel exploratorio. Los técnicos se cuidaron de no tocar territorio en diferendo limítrofe con Venezuela.
Nueva ronda venezolana
La ronda de licitaciones costa afuera en el occidente de Venezuela, para la exploración y aprovechamiento de las reservas de gas natural, comprenderá una serie de inversiones que comenzarían a materializarse a finales del año 2005 o a comienzos de 2006.
El esquema que se utilizará es el mismo que se aplicó a la Plataforma Deltana, que comprende un área de aproximadamente 25.000 kilómetros cuadrados. No obstante, solamente se han asignado cerca de 6.000 kilómetros, divididos en cinco bloques, de los cuales se han entregado, a través de una licitación, los denominados 2, 3 y 4.
Chevron Texaco (en alianza con Conoco-Phillips) ofreció un bono de US$19 millones por el número 2; Statoil, US$32 millones por el número 4; y por el 3, Chevron Texaco pagó US$5 millones.
Por la entrega de las tres zonas licitadas el Estado venezolano ha recibido un monto total, por concepto de bonos y derechos de participación, de aproximadamente US$56,6 millones.
Crudo recuerdo
Esta no es la primera vez que Colombia, que poco ha aprovechado su potencial petrolífero y gasífero costa afuera, prende sus alarmas ante la posibilidad de que sus vecinos sí lo hagan.
El año pasado, el Instituto Nicaragüense de Energía cerró lo que fue su primera licitación internacional petrolera en la zona marítima de litigio entre las dos naciones.
En junio de 2002, Nicaragua hizo público un proceso de licitación petrolera internacional en el Mar Caribe, que motivó una nota oficial de protesta del Gobierno de Colombia, por “flagrante violación de los principios de la buena fe y de las normas del Derecho Internacional”. Diez meses después, tres empresas norteamericanas preclasificaron para el negocio.
Hellen Greathouse Year 2000 Trust, de San Antonio, Texas; Infinity Inc., de Chanute, Kansas, y MKJ Exploraciones S.A., de Metairie, Louisiana, fueron las compañías que entregaron sus ofertas ante la Dirección General de Hidrocarburos de Nicaragua. El área de la licitación petrolera que ofreció Nicaragua comprendía 150.907 kilómetros cuadrados, pero el punto crítico fue la zona en el Caribe de 113.938 kilómetros cuadrados entre los meridianos 80 y 83. Una región que comparten Colombia, Honduras y Nicaragua.
De acuerdo con el cronograma del Instituto Nicaragüense de Energía, a mediados del próximo año se deberían estar iniciando los trabajos de exploración de hidrocarburos en la zona.
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