BOLIVIA


El Gobierno reconoció la existencia del contrabando hormiga en la frontera con Perú. La EBR produce el doble para abastecer al mercado.

El Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Minería e Hidrocarburos, anunció ayer que la Policía y las Fuerzas Armadas comenzarán a controlar la región fronteriza con Perú para evitar el contrabando de diesel que produce escasez en el país.

Guillermo Torres, titular de esa cartera de Estado, también reconoció que el desabastecimiento de este carburante en el sector occidental del país (La Paz, El Alto, Oruro y Cochabamba) es producto del llamado “contrabando hormiga”.

"Para nadie es desconocido que el contrabando hormiga existe", afirmó Torres después de participar de una reunión en el Congreso de la República.

Asimismo, la autoridad corroboró las denuncias del viceministro del sector, Freddy Escóbar, en sentido de que los transportistas que realizan viajes internacionales al Perú, a través de la población de Desaguadero, cargan el doble del combustible que necesitan para viajar.

Tampoco descartó el hecho de que los transportistas estén haciendo negocio con el diesel que compran en Bolivia para luego revenderlo a países vecinos, fundamentalmente Perú y Chile.

Según el ministro, los transportistas bolivianos compran, en promedio, 800 litros del carburante para no reabastecerse en los puertos de destino.

"No es que está saliendo un cisterna completo, sino que tienen cuatro tanques. Son 800 litros. Entonces están llevando inclusive para no cargar de vuelta, para no cargar en Ilo o no cargar en Antofagasta, o al lugar al que van. Cargan en Bolivia para ir y volver, entonces eso está perjudicando", señaló el ministro.

Daniel Zegada, presidente de la Cámara Departamental de Transporte Internacional de La Paz, rechazó por su parte que ese sector pueda estar contrabandeando diesel hacia Perú.

“Esto es totalmente falso. Imagínese que los transportistas no tenemos diesel para ir a Perú, entonces cómo podemos estar llevando diesel, ¿en turriles, en cisternas? No entiendo”, afirmó.

Debido a la urgencia ocasionada por el desabastecimiento de diesel en el sector occidental del país, la Empresa Boliviana de Refinación (EBR) tuvo que duplicar y en algunos casos triplicar la producción de diesel.

Esta situación motivó al titular de Minería e Hidrocarburos a reunirse ayer con el ministro de Gobierno, Saúl Lara, para definir los mecanismos de control en la región fronteriza con Perú.

"Queremos ver a través de estas movilizaciones de la Policía y las Fuerzas Armadas si logramos bajar el contrabando de este carburante al Perú", dijo Torres.

Bolivia es, junto a Venezuela, uno de los pocos países en el mundo que subsidia el precio de los carburantes para su mercado interno. Esta situación ha provocado, como en el caso del diesel, que Shell, Copenac, Dispetrol, Petrobras, Autuma y Pexim hayan dejado de importar este producto con el argumento de que el negocio ya no es rentable.

El subsidio también significa para el Estado boliviano un gasto, puesto que deberá erogar más recursos de los previstos para mantener congelado el precio.

Sin embargo, el efecto más perverso es el contrabando. Bolivia, pese a ser un país pobre, subsidia indirectamente el precio del diesel para los países vecinos.