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DOS EMPRESAS VINCULADAS A BUSH ESTÁN DETRÁS DEL PROYECTO CAMISEA
Revisado de "
La Razón, 07/08/2003
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BOLIVIA
Las petroleras Kellogg Brown & Root y
Hunt Oil impulsan el proyecto que podría ser competencia del gas boliviano en la
exportación de LNG a Estados Unidos. Hoy pelean contra 23 organizaciones ecologistas.
Dos poderosas empresas petroleras
norteamericanas, vinculadas al gobierno de George W. Bush, están detrás del proyecto
gasífero Camisea, en Perú, reveló el diario argentino Clarín.
Este medio, en su edición del 4 de
agosto, describe la dura batalla que estas dos empresas, la Kellogg Brown
& Root y Hunt Oil, libran con 23 organizaciones ecologistas para sacar adelante el
proyecto gasífero. Estas organizaciones reclaman la detención del multimillonario
proyecto gasífero, ubicado en la localidad amazónica de Camisea, porque estaría
dañando la ecología de la zona y a las poblaciones indígenas.
Según Clarín, las compañías Kellogg
Brown & Root y Hunt Oil están ligadas a la Casa Blanca. En el caso de la segunda, su
dueño, Ray Hunt, fue uno de los principales contribuyentes a la campaña electoral
de Bush y el primero en aportar dinero a la reelección. En tanto que el vicepresidente
Dick Cheney, hasta antes de asumir esa función, actuó como director principal de
Halliburton, una de cuyas filiales es Kellogg.
La Halliburton y sus empresas asociadas,
además, ganaron importantes contratos para la reconstrucción de Irak tras la guerra que
derrotó a Hussein.
Camisea construye su planta para la
producción de gas licuado cerca de la reserva natural de Paracas, en la costa del sur del
Perú, considerada uno de los más importantes reservorios naturales del mundo. En
principio, este proyecto gasífero tendría como principal mercado a la capital Lima,
luego vendría la exportación.
Al igual que el proyecto boliviano
Pacific, con el campo Margarita, la intención de Camisea es llegar al mercado de los
Estados Unidos con el LNG.
En julio, informa Clarín, los grupos
ecologistas Friends of the Earth, Amazon Watch y Oxfam America, que encabezan en Estados
Unidos la oposición al proyecto gasífero, asestaron un golpe a las corporaciones
al conseguir que el directorio del BID postergue la aprobación de un préstamo de 75
millones de dólares para completar la obra.
Pero, afirma el diario, la pelea será
dura. Ray Hunt, propietario de la Hunt Oil, aportó más de 100.000 dólares a la
campaña presidencial de Bush y, junto a su esposa, cedió los primeros 2.000 dólares
para la reelección del presidente. Este empresario integra los consorcios que
trabajan en Camisea, junto con la surcoreana SK Corporation, la belga Tractabel y la
argentina Techint.
Más aún si se repara en que el
representante de EEUU en el directorio del BID, José Fourquet, trabajó con la comunidad
hispana a favor de la candidatura de Bush. Además, el presidente del Eximbank, Philip
Merrill, fue socio del actual Vicepresidente estadounidense.
En las semanas previas a la sesión del
directorio del BID, donde debía aprobarse el crédito, las 23 organizaciones ecologistas
remitieron cartas al presidente del banco, Enrique Iglesias, y al titular de Eximbank de
los Estados Unidos, Philip Merrill, el otro gran financiador.
En las notas pidieron que se postergue el
desembolso de los créditos al proyecto de Camisea hasta que las compañías no
corrigieran los severos daños causados al ecosistema y a las poblaciones nativas.
Nosotros no nos oponemos al
proyecto de Camisea, porque es muy importante para el desarrollo del Perú e implica
progreso, dijo a Clarín la coordinadora en Lima de Oxfam America, Cathy Ross.
Pero estudios de impacto ambiental realizados por empresas independientes
encontraron, señala el diario, alarmantes daños, en particular en la zona del Bajo
Urubamba, en la región turística del Cusco.
Las compañías no tienen un monitoreo
especializado y adecuado y lo que pedimos es que antes de recibir el crédito del BID, la
CAF y el Eximbank, garanticen que cumplirán los estándares internacionales de reducción
de riesgos, sostuvo Ross.
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