|
PERÚ
Un reciente informe semanal de Comexperu indica que a partir de los años noventa se ha experimentado un empuje significativo en el crecimiento de la producción minera, actividad en la que se registra una expansión promedio anual de 7% en los últimos cuatro años. Actualmente, el Perú es el sexto productor mundial de oro, en plata permanece en el segundo lugar, en estaño y zinc ocupa el tercer lugar y en plomo es el cuarto productor mundial. Pero el panorama futuro se presenta gris.
La premisa para imponer un “impuesto ciego” como las regalías, según el gremio exportador, se basa en la actual situación internacional de las cotizaciones. Sin embargo, precisa que los legisladores deberían entender que las cotizaciones de los metales registran comportamientos cíclicos con caídas prolongadas y aumentos breves.
Por su parte, un reciente informe del Instituto Peruano de Economía advierte que las regalías “no incentivan la inversión nueva en minería al hacer más marcadas las diferencias en las rentabilidades, dado que los costos de operación no son los mismos entre las empresas mineras, aun tratándose de un mismo mineral”.
El IPE advierte que “un costo adicional, ya sea por el lado de la liquidez o por el lado de los impuestos, hará que los proyectos que hoy son rentables pasen de inmediato a la condición de no rentables”.
Carlos Santa Cruz, vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, manifestó que si el Congreso aprueba la denominada ley de regalías mineras, el desarrollo y la competitividad del sector serían mermados; por ello, demandó no tomar decisiones precipitadas.
Además, consideró que la mejor fórmula para ser aplicada en este tema sería mejorar la distribución de los ingresos que se obtienen a través del canon minero.
“El problema es tratar de compatibilizar los dos objetivos que estamos buscando: una mejor distribución de los recursos que generan las actividades mineras y, por otro lado, no perder la competitividad; por ello, la mejor fórmula es mejorar la distribución de los ingresos que se obtienen a través del canon”, explicó el directivo minero.
Hay que precisar que los representantes del gremio minero han insistido desde hace años en que el gobierno debería no sólo agilizar, sino también aumentar la transferencia de recursos del canon a las zonas en donde están ubicadas las operaciones mineras. En el periodo 1993-2001, el canon minero ascendía a sólo el 20% del Impuesto a la Renta pagado por las empresas mineras.
Después de muchas presiones y demandas, en el 2002 el Ejecutivo introdujo cambios en el canon, elevándolo al 50% del Impuesto a la Renta pagado por las empresas mineras. Sin embargo, también era claro que se necesitaban hacer más ajustes al canon, ya que en el periodo 1993-2002 el canon minero representó únicamente el 7.6% del total de ingresos y rentas generados por la minería.
Santa Cruz explicó que a través de la Ley 28077 se dispuso que el canon minero será equivalente al 50% del total de ingresos y rentas pagados por la actividad minera. El único problema que algunos todavía encuentran es la forma como se dispuso su transferencia a las zonas mineras.
Se sabe que la distribución del canon minero correspondiente a un año determinado se realiza desde el mes de junio del año siguiente hasta mayo del año subsiguiente, en 12 cuotas mensuales. Santa Cruz se preguntó por qué el Ejecutivo no opta por una verdadera agilización de las transferencias de recursos captados, por ejemplo, en un buen año minero, como lo fue el 2003, e invocó a que los congresistas conozcan a fondo la realidad de la minería antes de adoptar cualquier decisión.
|
