Gobiernos
de
todo
el
mundo
esperan
ansiosamente
la
decisión
que
deberá
tomar
hoy
la
Organización
Mundial
de
Comercio
sobre
una
disputa
entre
Europa
y
Estados
Unidos
por
aranceles
estadounidenses
al
acero.
La
decisión
podría
allanar
el
camino
a
la
imposición
de
sanciones
comerciales
contra
Estados
Unidos.
En
una
pugna
que
podría
afectar
las
elecciones
estadounidenses
del
próximo
año,
una
comisión
de
la
OMC
emitirá
su
fallo
sobre
un
reclamo
de
la
Unión
Europea
y
de
otros
siete
países.
El
reclamo
indica
que
los
aranceles
al
acero
impuestos
por
el
gobierno
del
presidente
George
W.
Bush
en
marzo
del
año
pasado,
son
ilegales
según
las
normas
de
la
OMC.
La
OMC
ya
había
fallado
en
favor
de
los
denunciantes,
pero
Estados
Unidos
apeló
al
fallo.
Esta
nueva
decisión
tendrá
carácter
obligatorio
y
no
podrá
ser
apelada.
El
comisionado
de
comercio
de
la
UE,
Pascal
Lamy,
dijo
en
Washington
el
martes
que
la
UE
tomaría
represalias
con
toda
certeza
si
la
decisión
va
en
contra
de
Estados
Unidos.
La
UE,
de
15
naciones,
ha
preparado
una
lista
de
importaciones
estadounidenses
–desde
cigarrillos
hasta
verduras
congeladas
y
productos
de
papel,
por
un
valor
de
378
millones
de
euros
(435
millones
de
dólares)–
a
las
cuales
amenaza
imponer
100%
de
tarifas
de
importación.
La
medida
podría
tener
serias
repercusiones
políticas,
pues
muchos
de
los
productos
vienen
de
estados
que
podrían
decidir
la
suerte
de
Bush
en
las
elecciones.
La
Casa
Blanca
se
enfrenta
a
gran
presión
política
por
parte
de
los
estados
productores
de
acero
tales
como
Virginia
Occidental
y
Ohio
a
fin
de
mantener
las
tarifas
estables.
Bruselas
ha
dicho
que
comenzará
a
tomar
represalias
si
las
tarifas
al
acero
estadounidense
siguen
vigentes
cinco
días
después
del
informe
que
haya
adoptado
la
OMC,
la
cual
se
impondría
a
fines
de
noviembre.