ECUADOR


A pesar de que el barril de petróleo se vendió entre enero y mayo en un promedio de 27,76 dólares (el Presupuesto lo estimó en 18 dólares), lo que a criterio del Observatorio de la Política Fiscal (OPF) generaría ingresos a favor del fisco por encima de los 300 millones de dólares si esta tendencia se mantiene, gran parte de estos recursos se destinarán al pago de los subsidios del gas, diésel y a cubrir los menores ingresos por la baja producción de Petroecuador.

El OPF estima que el costo ponderado por barril de gas importado se ubicaría en alrededor de 45 dólares y el cilindro de gas de 15 kilos en 7,87 dólares. Pero como el precio del gas se mantiene en 1,60 dólares, este subsidio bordearía los 300 millones de dólares según el Ministerio de Economía y Finanzas.

Sin embargo, estudios del Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador, señalan que el 20 por ciento más pobre de la población solo participa del 8 por ciento del consumo total del gas, mientras que el 20 por ciento más rico consume el 33 por ciento.

El OPF considera que si 100 millones de estos recursos mal distribuidos se destinaren a la construcción de viviendas para los más pobres, los beneficios en cuanto a reducción de la pobreza, generación de empleo e impulso al crecimiento serían mayores.

Indica que con la cantidad citada se podrían construir anualmente 14 mil viviendas de 7 mil dólares cada una y crear 40 mil empleos. Así mismo, las compras y ventas de ferreterías, carpinterías y actividades conexas a la construcción crecerían de modo importante. 

FMI contrario a los subsidios

Este tipo de subsidios además preocupa al Fondo Monetario Internacional (FMI). Por eso la misión de este organismo multilateral de crédito que se encuentra en el país, analiza, conjuntamente con las autoridades económicas, el peso que tienen en el Presupuesto del Estado.

Además, insisten en la necesidad de que el régimen logre el consenso necesario para impulsar las reformas estructurales que se requieren para que el país pueda crecer de manera más acelerada, debido a la inyección de inversión extranjera que esto significaría. 

Tras un poco más de dos años en el poder, Lucio Gutiérrez no ha podido sacar adelante las reformas hidrocarburífera, energética, de seguridad social, de competitividad, entre otras que el país requiere, incluso para poder negociar un nuevo acuerdo con el FMI, que le facilitaría el poder contar con recursos de otros organismos multilaterales, como el caso del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. (DCA)